Decepcionante debut ante Suiza

Casillas, cabizbajo tras la derrota de la selección en su debut, el pasado miércoles

Una derrota. Ese fue el resultado cosechado por la Selección Española de Fútbol en el debut de la cita mundialista en Sudáfrica. ¿Vuelve a ser ‘La Roja’ la de siempre? A todos nos gustaría pensar que no, y yo, personalmente, creo que no somos los de siempre. Ya no somos esa selección que decepcionaba a sus aficionados, ahora sabemos lo que es disfrutar, lo que es jugar el mejor fútbol que se ha visto en los últimos años, y lo más importante, conocemos lo que es alzar un trofeo. Quizá por eso ahora se hace más duro ver a los nuestros perder, y de qué manera.

Dispusimos de grandes ocasiones, una clarísima de Piqué, que el guardameta suizo, Benaglio, despejó cuando casi todos cantábamos gol. Iniesta lo intentaba cosntantemente, pero no era su día. Villa también contó con otra ocasión, pero erró al intentar batir a Benaglio con una vaselina. Ya en la segunda mitad los suizos se adelantaron en el marcador, después de que Gelson aprovechara una serie de catastróficas desdichas en la defensa española. Puyol no estaba en su puesto, Casillas salió a tapar con los pies, y Piqué intentó evitar el gol, pero en una extraña carambola, el balón acabó dentro de la portería de los nuestros. Un despiste, algo que un equipo de la categoría de la Selección no debería permitirse. Sin embargo, si algún partido teníamos que perder, mejor que fuera este.

La remontada es aún posible contra Honduras y Chile, y qué mejor muestra que el juego de los nuestros que no se rindieron, tratando de levantar el marcador, Xabi Alonso al palo, Navas por la banda, tras sustituir a Silva, Torres, etc. Sabemos que si no es ahora, no será nunca. Por eso debemos apoyar a la Selección, y no sólo alegrarnos por ella cuando gana. No hay que olvidar que hace dos años, fueron estos mismos hombres los que nos hicieron vivir la ilusión y la emoción de este deporte, como hacía mucho tiempo que no se vivía en nuestro país. Desde Columna Crítica, decimos que ¡PODEMOS!